Hoy he comido en un restaurante. Como todo local público, tenía lavabos: hombres y mujeres.
- Primer agravio (menor): el de mujeres era también el de discapacitados.
- Segundo agravio: el cambiador de pañales estaba solamente en el lavabo de mujeres.
- Tercer agravio: mientras que en el lavabo de hombres había dos urinarios de pared y un váter, es decir, tres hombres podían utilizarlo a la vez, el de mujeres era sólo un váter. Lógicamente, en el de mujeres había cola.
Es lo habitual. El otro día tambien tuve que entrar en un cambiador de esos, siendo un baño de mujeres.
Por suerte no había nadie y no pasé un mal trago.
Son detalles en los que poca gente se fija.