El 20 de junio desalojaron ilegalmente a Sadaha y a su hijo en el Casco Viejo de Iruñea (Nafarroa), y las instituciones públicas todavía no les han garantizado una alternativa habitacional adecuada. Los servicios municipales de Iruñea solo les ofrecieron estar provisionalmente en una habitación de hotel, aunque Sadaha les explicó en varias ocasiones que allí no se puede vivir en familia. Sin embargo, tuvieron que quedarse allí.
El 4 de julio terminó la estancia que les garantizaban los servicios sociales en el hotel, y aún no les han propuesto una alternativa real de vivienda. Así, la familia entró hace unos días en un piso vacío propiedad del Ayuntamiento para poder vivir allí. “Esta es mi casa ahora”, dijo Sadaha: “Junto con el Sindicato de Vivienda lucharemos para quedarnos aquí”.